Consiste en dar forma material, escrita, a un conjunto de ideas organizadas según un propósito determinado. Primero, ante de nada, debe existir el propósito o <<tema>> de la redacción. A continuación hay que pensar el tema, buscar ideas y ordenar según un criterio claro.
Por último, cuando ya sabemos lo que vamos a decir, hay que ponerlo por escrito atendiéndose a unas normas. Se trata, pues, de un proceso en el que interviene la reflexión, la selección y organización de las idea, la verbalización y, en última instancia, el aspecto técnico de la expresión escrita. En lo estudio sobre composición literaria se distinguen tres fases principales que dan cuenta de todo el proceso, desde su inicio abstracto hasta su culminación material:
1- Invención
2- Disposición
3- Elocución
1) Invención: Antes de sentarnos a escribir es necesario poseer un tema sobre el que queramos decir algo; este algo es la idea central de la redacción. Para escribir sobre un tema hay que denominar y enriquecer nuestro conocimiento sobre el mismo consultando bibliografía abundante y variada con el fin de ampliar nuestra visión y conocer ideas distintas que podrán servirnos como contrapunto o apoyo y que nos permitirán matizar y enriquecer nuestro pensamiento.
Una vez asimilado todo el material llega al momento de la reflexión: si los datos nuevos han modificados nuestra visión del tema tendremos que decidir definitivamente cómo vamos a abordar. Hay que determinar entonces qué vamos a decir, y para ello serán indispensables primero las ideas. En este momento, pues, se elabora un primer esquema de la redacción y puede empezar a escribir.
2) Disposición: La estructura puede variar en función de la naturaleza del tema, puede ser de tipo lógico, por deducción y redacción de los elementos; temporal, por orden cronológica; o espacial, mediante la descripción de las cosas en relación con otro dentro del espacio. Cada tema requiere una disposición particular. No obstante, sea cual sea el tipo de orden, en toda redacción se distingue siempre tres partes principales:
a. Planteamiento: presentación del tema de manera que atraiga la atención del lector y le incite a seguir leyendo.
b. Desarrollo: exposición de las ideas del autor según un esquema y una estructura.
c. Conclusión: resumen de la idea principal que se desea transmitir, que será consecuencia del desarrollo.
3) Elocución: La elocución es el acto de escribir siguiendo un orden expositivo al encadenar los pensamientos. Es poner por escrito las ideas sugeridas en la invención, según la disposición adoptada. El modo generalizado de la escritura: es un proceso de elaboración de ideas, además de una lingüística de redacción. El escritor tiene que saber trabajar con las ideas tanto con las palabras.
Los instrumentos de elaboración del pensamiento que nos proporciona el lenguaje, en este caso el escritor, son las palabras, depositarias del pensamiento, materia prima para la construcción de frases; las oraciones, unidades de sentido completo estructuradas según la sintaxis y los párrafos, que son la parte del texto con unidad significativa.
Profusión de incisos: También hay que evitar la tendencia a excederse cargando las oraciones con incisos (paréntesis, guion, aposiciones, oraciones de redacción). Son con frecuencia ideas que secundaria que, cuando se nos ocurre, a medida que escribimos, insertamos en el texto de forma un tanto caótica, según nos viene a la mente. Esta manera de construir las frases improvisada de intercalando idea puede complicar la sintaxis, confundir al lector y restar coherencia al texto.
Sucesión de frases excesivamente corta: De modo análogo, una larga secesión de frases muy corta resulta monótona y también pude ser oscura, pues se hace difícil segur el hilo de pensamiento cuando queda interrumpido por continuas pausas. Nos remitimos a lo dicho anteriormente acerca del ritmo: hay que encontrar una longitud de frases que no dificulta la compresión y que no canse al lector por exceso ni por defecto.
Temas Relacionados:
- Sugerencias para la elaboración de una programa de tesis