1. Ofrecer al tutorado apoyo y supervisión en temas de mayor dificultad en las diversas asignaturas o áreas de conocimiento.
2. Aprovecha las oportunidades derivadas del uso de las nuevas tecnología en el diseño y aplicación de estrategia de aproximación entre estudiante y profesores que propicien un mejor clima en los procesos de enseñanza y aprendizaje y mayor conocimiento de los problemas y expectativas de los tutorados.
3. Propiciar el uso de nuevas tecnología y a través del diseño de estrategias orientadas al logro de mejores niveles y aprovechamiento escolar y a la consolidación de habilidades de comunicación escrita.
4. Desarrollar la capacidad del estudiante para asumir responsabilidad en el ámbito de su formación académica
5. Fomentar el desarrollo de valores, actitudes y habilidades de integración en el ámbito académico por el medio estimulo a la incorporación y adaptación en grupo y a la comunidad escolar
6. La tutoría en el área académica debe estar dirigida a optimizar el rendimiento académico, la motivación, ofreciendo al tutorado la posibilidad de conocer y desarrollar su capacidad; a partir del establecimiento y uso de las estrategias más adecuadas que le lleven a la adquisición y construcción de conocimientos significativos y funcionales.
Se considera igualmente importante que la tutoría sea un espacio que permita abordar tanto del ámbito nacional como del internacional. Es necesario que los tutorados puedan expresar sus opiniones y puntos de vista respecto a los diferentes acontecimientos que se presente en la localidad, cuidad, país y en el mundo con la finalidad de comprenderla y tomar una posición al respecto, lo cual le permitirá ser activo frente al desarrollo de los procesos sociales que se van presentando.
La intervención individual está orientada a trabajar con el tutorado en función de su carácter y sus necesidades particulares que, justamente por su carácter individual, no podrían ser abordados en el contexto de la tutoría grupal.
Este tipo de intervención consiste en un espacio de diálogo en el que, a traés de encuentro y conversaciones, el tutor puede conocer y orientar en aspecto de índole más personal. Puede ser un espacio que favorece y fomenta al diálogo y la comunicación interpersonal, permitiendo al tutorado saber que cuenta con una persona que está dispuesta a escucharlo y orientarlo respecto a diversos tema personales.
Si bien, por lo general, el mismo tutorado es quien solicita al tutor una entrevista, el tutor estar atento y tratar de buscar el diálogo individual con todos los tutorados, aunque ellos no lo hayan solicitado.
El perfil del tutor que presta un buen servicio de acompañamiento tutorial tiene las siguientes actitudes:
· Aceptación incondicional y confianza: consiste en tener una predisposición positiva, aceptar al tutorado como persona, creer en sus capacidades para mejorar, aceptarlo sin condiciones, con todo su presente, pasado y futuro, con su manera de expresarse y de vivir, y sin hacer juicio de valor.
Supone fiarse de él y de los recursos que tiene para afrontar las situaciones, aun a riesgo de equivocarse. Y también supone creer que todos los tutorados tienen algo positivo que hay que descubrir y potenciar. Una confianza incondicional fomentará la autoestima, hará que el tutorado crea en sí mismo y se anime a buscar sus propios recursos para mejorar.
· Autenticidad o congruencia: es una disposición interna del educador que consiste en la coherencia entre lo que es, piensa y siente, lo que vive y lo que expresa. La autenticidad implica un buen conocimiento de uno mismo.
La comunicación al tutorado de los propios sentimientos, pensamientos y experiencia comunes solamente tiene sentido si se intuye que el hecho de hacerlo puede ayudar a la relación educativa, al tutorado.
· Respuesta empática: consiste en conseguir comunicarle compresión al tutorado, en ofrecer un diálogo que permita elaborar lo que está viviendo. Para lograrlo será importante que el tutor sea capaz de captar claramente los sentimientos del tutorado y sentirlo con él intentando percibir el mundo del otro sin juicio de valor y evitando las interpretaciones.
El diálogo debe ser lo más empático posible, y el tutorado se debe sentir comprendido y acompañado. En muchos casos se tratará de escuchar, pues las soluciones y las respuestas las debe descubrir el tutorado, como parte de la enseñanza constructivista.
· Reformulación: la respuesta empática requiere escucha activa, y se comunica mediante lo que el tutor ha entendido sobre lo que el tutorado le quiere comunicar. Se trata de retornar al tutorado lo que le pasa, de forma clara y sencilla, para que lo pueda entender mejor, sin darle matices de juicio de valor y sin trivializar. Para ayudar a entender lo que el tutorado está viviendo, es necesario tener un buen conocimiento de su realidad y suficiente confianza.
· Confrontación: supone un paso más en la relación de ayuda. Requiere previamente una buena compresión y aceptación de la persona. Pretende ayudar al tutorado a ser consciente de los mecanismos que utiliza al encarar el problema o justificarlo. A través de la conversación y el diálogo, el tutor debe poner a la persona en situación de conflicto interno para que progrese en su autoconocimiento y desarrolle nuevos recursos internos para afrontar la situación que lo ha desestabilizado.
· Refuerzo positivo: ayuda al tutorado a ser capaz de analizar sus límites, pero también sus capacidades y a ser consciente de ellas, con el fin de permitirle que se conozca mejor y establezca pautas de actuación a situaciones determinadas. Resaltar y hacerle ver los logro y progresos conseguidos para propiciar el mejoramiento de su autoestima y, motivarlo a ser capaz de proponerse conseguir nuevos retos y objetivos.
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