Los procedimientos y criterios de evaluación varían mucho, dependiendo del nivel de estudio (pregrado, especialización maestría, doctorado), del tipo de institución (pública o privada, nacional o extranjera, académica o científica) o del tipo de programa académico (ciencias naturales y de la salud, ingeniería y afines, ciencias sociales, humanidades).
Por ejemplo, en los programas de maestría de algunas instituciones, además de la evaluación del documento escrito se requiere que el estudiante haga una presentación y defensa oral del trabajo de grado, quedando a discrecionalidad del jurado la ponderación de cada aspecto (escrito y oral), a los fines de emitir el juicio correspondiente.
El punto de partida para iniciar una investigación y desarrollar con ella un tema que culmine en una tesis es la presentación formal, por escrito, de la propuesta de tesis. La importancia de la propuesta radica en que, al presentarla al asesor de la investigación, éste cuenta así con los elementos necesarios para evaluar su contenido y decidir la viabilidad del proyecto.
Esta propuesta se puede plasmar de muy diversas formas, lo importante es que se presente por escrito, utilizando en su redacción palabras comunes. Debe ser clara, sencilla y lo más completa posible para que, al evaluarla conjuntamente el asesor y el asesorado, se determine la viabilidad de iniciarla y se planee el trabajo por desarrollar para concluirla con éxito.
Scriven (1967) dirige su metodología de evaluación a la valoración de los resultados y efectos que produce el programa, a partir de las necesidades del consumidor, para juzgar con ello el valor y mérito del programa. En este sentido, el autor agrega que la evaluación bien hecha es aquella que recopila una buena información que permita emitir juicios con fundamento.
Patton (1980), entre otros más, sugieren el uso de la triangulación de fuentes de información, métodos y personas. La triangulación constituye una de las tácticas de análisis y convalidación de los datos cualitativos más ampliamente recomendadas, aunque en palabras de Miles y Huberman (1984), “tiende a ser más predicadas que practicadas” (p. 239).
La triangulación implica la combinación de varias metodologías en el estudio sobre un mismo fenómeno, y en el caso de la investigación evaluativa, significa la posibilidad de usar estrategias tanto cuantitativas como cualitativas en el estudio de un mismo programa (Patton, 1980, p. 108). Se identifican cuatro tipos básicos de triangulación: 1) triangulación de datos, 2) triangulación de personas o investigadores, 3) Triangulación de perspectivas teóricas, y 4) triangulación de métodos.
1. Triangulación de datos: Comprende la contrastación de datos obtenidos por diferentes fuentes de información dentro del mismo estudio. De esta manera, la información proveniente de la observación participante, entrevistas, cuestionarios, documentos e inclusive (en el caso de la investigación evaluativa) estadísticas escolares, asegura la confrontación de la información exige que los resultados obtenidos en cada fuente, se trabajen en forma interconectada y de ningún modo de manera aislada.
2. Triangulación de personas o investigadores: gran porcentaje de la información que se obtiene, se relaciona con las percepciones, perspectivas, valoraciones que expresan los maestros, estudiantes y autoridades.
Evidentemente, es muy difícil que todos compartan la misma opinión. Es muy probable encontrar sustantivas diferencias en la manera de pensar del estudiante con respecto a la de su profesor, en torno al problema de la clase; o no es de extrañar que el grupo de profesores que se oponen a la administración actual de la institución, mantengan una opinión favorable sobre el plan de estudios. La contrastación de hechos y perspectivas expresadas por varios informantes permite identificar consensos o contradicciones interesantes.
Igualmente, importante es la contrastación de opiniones entre los investigadores sobre las respuestas de los informantes, por ejemplo, entre los miembros del equipo de investigación o de evaluación (Patton, 1980, pp. 108 – 109).
3. Triangulación de perspectivas teóricas: involucra el uso de múltiples perspectivas teóricas e ideológicas necesarias para el análisis e interpretación de la información obtenida, principalmente en las observaciones y entrevistas. En términos de Santos: “La contratación teórica ayuda a depurar el sesgo que encierra un solo enfoque en la descripción y el análisis”.
La confrontación teórica se justifica ante las diferentes concepciones epistemológicas, científicas, políticas o filosóficas.
La transferibilidad de un estudio se refiere al grado en el que el investigador usa marcos teóricos, definiciones y técnicas de investigación que son accesibles al entendimiento de otros investigadores pertenecientes a la misma disciplina u otra que sea fín. Un estudio tendrá un nivel de reducida transferibilidad y por lo tanto, despertará poco interés cuando sus bases teóricas y constructos mediante los cuales está organizado, sean tan idiosincrásicos y particulares que sólo pueda entenderlos el investigador que realizó dicho estudio.